
El cambio no nos gusta, lo tememos. Pero no podemos detenerlo... O nos adaptamos al cambio, o nos quedamos atrás. Duele crecer. Quien te diga que no duele, está mintiendo. Pero ésta es la verdad: a veces, cuanto más cambien, más siguen siendo iguales. Y, a veces... a veces, el cambio es bueno. A veces, el cambio lo es... todo.
Sí, a veces el cambio lo es todo. Yo creo que sería de las que miente, pues diría que el cambio (claro que depende de qué cambio), no duele. Simplemente hay que tener la mente abierta.
ResponderEliminarA veces el cambio es bueno,por eso vale arriesgarse.
Totalmente. Aunque no siempre, en muchos casos también coincido: el cambio duele.
ResponderEliminarPor cierto! Pasa por aquí: http://lasmejorescosasalamanecer.blogspot.com/2011/01/nos-han-dado-el-premio-flor-naranja.html
Te lo mereces mucho