En una mañana de verano, los rayos del sol se posaban suavemente sobre su tez dormida, no podía ser mas perfecto, me estiré intentando no molestarle pero le desperté, por suerte una sonrisa se dibujaba en su cara mientras me miraba con ternura, "Estas aquí, no te has ido" dijo todavía con voz de dormido, me pareció adorable. "Nunca me alejaría de tu lado" le respondí dándole un beso en la frente, intenté levantarme pero me aferró de un brazo y me empujó a su lado, adoraba sus impulsos cariñosos.
Las horas pasaban y sus besos no cesaban, me sentí en el mismísimo cielo.
Yo quiero estar en ese cielo!!!!
ResponderEliminarJoana
Que bonito texto!! me recordo muchos momentos :)
ResponderEliminarDios, completamente precioso el texto!♥
ResponderEliminargracias por tu visita, te sigo de inmediato